Reconocido como el maestro del suspenso, el cineasta inglés Alfred Hitchcock, desarrolló una carrera formidable tanto en su país de origen como en Hollywood. Su autopercepción como un autor con un estilo y una voz propia, hizo posible que sus películas gozaran de una gran libertad creativa.
A propósito de la nueva adaptación de Rebecca estrenada en Netflix, y de la que Hitchcock hizo una versión en 1940 en su primera incursión en Hollywood, revisamos algunas de las películas más notables dirigidas por el buen ‘Hitch’.
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Los 39 escalones (1936)
Tal vez su mejor película británica. El uso del suspenso y del recurso del falso culpable logra aquí uno de sus puntos más altos. Brillante la actuación de Robert Donat, como un hombre común sometido a situaciones extremas. Características como estas y el uso del macguffin (pista falsa que desvía la atención de la historia principal) se vuelven patentes en su obra a partir de esta película.
Suspicion (1941)

La segunda película de Alfred Hitchcock en Hollywood, superó su debut con Rebecca. Una mujer recién casada empieza a sospechar de las intenciones de su esposo. Al borde del delirio, las situaciones salen de control o eso aparentan. Joan Fontaine tiene una destacada actuación en este elegante drama.
Vértigo (1956)

La mejor película de Hitchcock y una de las mejores de la historia del cine. Un hombre en busca del recuerdo de la mujer que amó y un misterio que aparece delicadamente ante la mirada del espectador. La obsesión, el miedo a la muerte y al olvido, se suman a los elementos narrativos usuales de la obra del autor, además que le permite lucir un valioso uso del color y de la composición. Inolvidable la pareja protagonista conformada por Kim Novak y James Stewart.
Psicosis (1960)

Tal vez la película más icónica de Hitchcock. Una historia en apariencia sencilla y rutinaria, se convierte en la exploración de la condición humana perturbada por traumas de infancia. Tanto Marion Crane como Norman Bates, son víctimas y victimarios de una sociedad que los arrincona hacia la comisión de crímenes. Emblemática y polémica la escena de la ducha y las apariciones de la ‘madre’ de Norman Bates, acompañados de la música compuesta por Bernard Herrmann, gran colaborador de la obra cinematográfica de Hitchcock.
Los pájaros (1963)

La obra más prolija de Alfred Hitchcock en cuanto a recursos técnicos y efectos especiales, nos alerta de una amenaza inusual. Los pájaros del título de la película son esta amenaza, la naturaleza revelada ante la impotencia de los seres humanos de entenderse con su entorno. Brillantes e inquietantes momentos para los cuales el director prescindió de la música y optó por el uso de efectos sonoros experimentales, para generar una atmósfera de miedo permanente.