Me gustan las producciones de época, películas y series que me transporten a un tiempo diferente y que sepan retratar con precisión las locaciones, vestuarios, formas de comunicarse y por supuesto, la historia. Y todo esto lo hallé en Outlander.
Outlander es una serie que logra atraparte desde el primer episodio. Con viajes en el tiempo, batallas, intrigas, romance y mucha historia escocesa e inglesa, se desenvuelve muy bien ante el espectador. La serie está basada en la saga de libros Forastera, de la escritora estadounidense Diana Gabaldon.
La historia se centra en Claire Beauchamp, una enfermera de guerra de 1945, casada con Frank Randall, que viaja en el tiempo a 1743, doscientos años atrás en Escocia. Ahí conoce a Jamie Fraser, un joven escocés con el que se casa y con quien se propone a cambiar la historia.
Aquí te dejo cinco razones, para que no dudes más en ver esta fantástica serie.
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Claire, una mujer que inspira
El personaje de Claire, es una mujer adelantada a su tiempo, altruista, empática y muy inteligente. Cuando llega a Escocia de 1743, sobrevive gracias a su conocimiento básico de la historia y a su astucia, llegando a formar parte de un lugar que en un principio la veía como forastera. Claire logra ser respetada por su esposo y demás hombres, en una época bastante machista y con tradiciones antiguas que ponen a la mujer en segundo plano.
A lo largo de los episodios, se desenvuelve con valentía y franqueza, desafiando convenciones sociales, pero encontrando un equilibrio entre la mujer que fue en el siglo XX y su nuevo rol en el siglo XVIII.
Jack Randall, un villano, villano
¿Alguna vez llegaste a odiar a un personaje malvado? Seguro que sí y apuesto que tenías todos los motivos habidos y por haber, para hacerlo. Aunque quizá en algún momento, ese personaje mostrara su lado más vulnerable o pasado, que justifique sus acciones.
Eso no pasa con Jack Randall. Él es malo y no hay vuelta que darle. La serie no muestra nada que nos haga sentir la más mínima compasión por él; todo lo contrario, cada escena nos hace odiarlo más y más.
Jack Randall, se satisface en hacer cosas horribles y luego de ver todo lo que le hace a Jamie, se nos escarapela el cuerpo y solo nos queda por tildarlo como el villano, villano.
Jamie Fraser, el escocés
¡Jamie es una razón para ver Outlander! No es el galán perfecto que aparenta ser por su físico (aunque tiene todo el perfil de guerrero escocés y es encantador), pues comete varios errores y tiene una historia a veces lúgubre.
Jamie ama a Claire y manifiesta su fidelidad hacia ella con su propia vida, dándole el lugar que ella se merece, en una época difícil para las mujeres. Entre ellos se complementan en conocimiento e ingenio. Jamie es muy bueno en las batallas y sabe liderar a sus grupos, siendo fiel a sus creencias y luchando por ellas.
La trama y sus giros
La serie de Outlander, se da en un contexto histórico de mucho cambio para Escocia. La gente está muriendo en guerras, los escoceses e ingleses no se andan con rodeos y muchos personajes con los que nos encariñamos, fallecen protegiendo lo que para ellos es justo. Hablamos de batallas dignas de producciones de fantasía o acción.
Outlander no es una serie romántica, feliz, ni simple; aunque sí encuentras escenas divertidas y de amorío, la serie a veces se torna oscura, llevando a sus personajes a aprietos donde parece que nunca saldrán. Los personajes de Claire y Jamie, juntos o por separado, tienen escenas horrendas que te hacen sentir con ellos.
La producción de Outlander
Outlander está rodada en diferentes lugares y épocas. Los escenarios aportan realismo a cada escena, siendo muy fieles, por ejemplo, a la Escocia del siglo XVIII, mostrando sus paisajes, castillos y bosques en todo su esplendor. Gracias a la dirección de producción de la serie y a su departamento de vestuario, podemos reconocer con facilidad la historia, la cultura y la política del lugar y la época, donde están los protagonistas.
