El padre (2020), es la primera película dirigida por el dramaturgo Florian Zeller. Con un elenco encabezado por Anthony Hopkins y Olivia Colman, este drama explora el deterioro de la memoria y la subjetividad de los recuerdos.

Fragmentos dispersos

El hombre anciano que interpreta Anthony Hopkins (del mismo nombre del actor), aparece en la película a la deriva de lo que pasa a su alrededor. Como espectadores somos testigos de ese desconcierto, de los fragmentos de realidad que asoman ante sus ojos. No sabemos si las acciones de los demás personajes son recuerdos o desvaríos del veterano protagonista. Esa dispersión y los ida y vuelta son planteados con una puesta en escena solvente y fluida, valorando el uso del espacio cerrado, de la iluminación en clave baja que compaginan con la sensación de vacío y soledad del personaje.

A nivel narrativo, esta dispersión invita a conocer momentos específicos de la vida de Anthony, principalmente la relación con su hija, interpretada por Olivia Colman. Desde ese vínculo padre-hija, conocemos a los demás personajes que ayudan a explorar otras características del protagonista. Si bien estamos ante un anciano desvalido por el deterioro físico y mental, es también un hombre capaz de vulnerar a otros, de reaccionar con tozudez, o de reír y bailar con encanto a la hora de la cena. Hopkins condensa bien estos matices, no cae en la caricatura sino en un retrato muy humano de un anciano en una inevitable caída al olvido.

El encierro de la memoria

El padre Una película sobre la memoria fragmentada [Reseña]

La experiencia de Zeller en el  teatro – esta película es una adaptación de una obra teatral del mismo título – ayuda a construir el espacio mental de los personajes desde el encierro y la intermitencia. Anthony ingresa y sale de las habitaciones de la misma forma en que ingresa en un recuerdo y deriva en otro. El tratamiento de la luz en estos espacios es destacable. La clave baja, los haces de luz entre cortinas y los espacios iluminados pero con rincones por donde se asoma la oscuridad.

El soporte principal de la actuación de Hopkins está en el desempeño de Olivia Colman. Su actuación también contiene muchos matices, tan atroces como empáticos. La expresividad del rostro de Olivia Colman en los diferentes momentos de la película, sin exageraciones y de una autenticidad valiosa para el desarrollo de la cinta, ayuda a ordenar las imprecisiones del punto de vista de Anthony.

Tal vez los momentos más débiles de El padre están en la sobreexposición de la humanidad de los personajes y en el desenlace del guion, donde se van diluyendo los espacios físicos y mentales hacia una resolución menos atractiva aunque sincera. Finalmente, la memoria de vida no es más que una simulación construida a la medida de nuestra propia sensibilidad.

Lic. en Ciencias de la Comunicación y programador del Cineclub de Lambayeque. Ha sido curador y programador del insólito Festival de Cine de Terror y Fantasía y del Festival de Cine Universitario "El cine que nos mueve".