Comienza el mes de julio, Fiestas Patrias en Perú, y a un año del Bicentenario de Independencia, siempre es necesario revisitar y/o redescubrir algunas películas del cine nacional. La siguiente lista, presenta nueve películas peruanas disponibles en plataformas digitales, algunas de ellas ‘estrenadas’ de esta forma antes y durante la cuarentena. Sean títulos recientes o de épocas anteriores, todas ellas forman parte de la diversidad del cine y sus posibilidades para construir identidades.
Películas peruanas destacadas
Días de Santiago (Josué Mendes, 2004)

Una de las películas peruanas más importantes del siglo XXI. Cuenta la historia de Santiago, joven ex-combatiente de guerra, y su imposible readaptación a la vida civil en una Lima hostil e individualista. Alternando la fotografía a color con el blanco y negro, conocemos la inestabilidad emocional de un personaje cuyos conflictos personales están lejos de resolverse. Destacable actuación de Pietro Sibille como Santiago.
Paraíso (Héctor Gálvez, 2010)
Ficción naturalista que tiene a un grupo de adolescentes que viven en un asentamiento humano como protagonistas. En los márgenes de Lima y del desarrollo económico del país, trabajan para cumplir sus anhelos, algunos con ingenuidad otros con dureza. La migración interna y la identidad como factor necesario para superar las heridas de un pasado doloroso son dos de los temas que sostienen el debut como director de Héctor Gálvez.
Rosa Chumbe (Jonatan Relayze, 2015)

Rosa Chumbe, es una policía que verá interrumpida su rutina, cuando su hija de dieciocho años le robe sus pocos ahorros y se vaya de la casa dejando abandonado a su hijo. Este incidente marcará la vida de Rosa, quien se verá obligada a cuidar de su nieto, reencontrándose con un instinto maternal que tenía olvidado. La película tiene el gran mérito de crear una atmósfera sonora y visual donde conviven la informalidad y el fervor religioso, con una ciudad que se muestra enorme ante personajes como Rosa, interpretada notablemente por Liliana Trujillo.
Wiñaypacha (Óscar Catacora, 2017)

La gran virtud de Wiñaypacha, es el manejo del tiempo y de sus personajes. Willka y Paxi, esposos ancianos que viven casi aislados en el altiplano, anhelan el regreso del hijo ausente. No sabemos cuánto ha pasado desde la última vez que lo vieron, pero se mantienen firmes en su espera. Historia sencilla que puede tener lecturas vinculadas a la ausencia del Estado en zonas vulnerables, principalmente rurales. Realismo que está acompañado con la poesía de la composición del paisaje y la musicalidad del idioma aimara, en que está hablada la película.
Películas Peruanas de memoria e historia
La casa rosada (Palito Ortega Matute, 2018)

La última película que dirigió el fallecido cineasta ayacuchano Palito Ortega Matute, se ambienta en la década de los ochenta. Un profesor y sus hijos se encuentran en el fuego cruzado de las fuerzas armadas y los grupos subversivos. En la época y el lugar de mayor impacto del conflicto armado interno, cualquiera era considerado sospechoso y posible víctima de violencia por alguno de los dos frentes. Drama crudo acerca de una época dolorosa, pero de necesaria evocación.
De carne somos (Sigifredo Salas, 1938)
Melodrama que cuenta la historia de la llegada de un circo a un pequeño pueblo de la costa, donde sucederán hechos trágicos que involucran a la joven trapecista del circo, un hombre y su familia. Este primer largometraje de la empresa Amauta Films, por fin se pone a disposición del público después de su restauración en 2011, a cargo de la Filmoteca PUCP. Su visionado nos permite redescubrir la importancia de Amauta Films en la historia del cine peruano, logrando estrenar más de diez títulos en pocos años. Un primer intento de construir una industria cinematográfica local, siguiendo los ejemplos de México y Argentina. Sin embargo, la inestabilidad política y económica de aquellos años interrumpieron esta intención.
Yo perdí mi corazón en Lima (Alberto Santana, 1933)
Película peruana silente, sobre una pareja de enamorados separados debido al conflicto fronterizo que enfrentó a Perú y Colombia, durante el gobierno de Luis M. Sánchez Cerro, asesinado en abril de ese mismo año. Restaurada en el año 1995, gracias al aporte financiero de la División de las Artes y la Vida Cultural de la UNESCO, es una de las primeras ficciones peruanas ambientadas en un suceso histórico. En otras circunstancias, las películas hechas en la década del treinta, hubiesen servido como referencia para el relevo generacional de cineastas. Para las presentes generaciones y las próximas, representan una oportunidad para conocer las sensibilidades y lógicas de parte de nuestra historia como sociedad.
Películas peruanas de fútbol
Cholo (Bernardo Batievsky, 1972)

Entre pocos gustos y muchos sinsabores, el fútbol como práctica deportiva y como fenómeno de masas, es parte de la identidad que se ha venido construyendo como país. Su presencia en nuestro cine, aunque intermitente, tiene su antecedente más significativo en Cholo, película de ficción protagonizada por el futbolista Hugo Sotil durante su mejor época profesional. Dramatizando algunos momentos de su vida personal y sus primeros triunfos deportivos, la película resulta una combinación irregular de mensaje social, humor e historia de superación individual. Legado que parece haber heredado a películas futboleras más reciente como Guerrero o El Diez de la Calle.
Largo tiempo (Gonzalo Benavente, 2018)

Uno de los logros más recientes del fútbol peruano fue el regreso al Mundial, en un proceso lleno de altibajos. El documental de Benavente registra este proceso con testimonios de periodistas especializados, escritores, historiadores e integrantes del comando técnico de la selección incluyendo a Ricardo Gareca. Si bien la edición le otorga fluidez, la propuesta general se queda a medio camino debido al tratamiento en algunas entrevistas que aportan más anécdota que sustancia. Relato optimista de cara a lo que pueda ocurrir en la impredecible realidad futbolística local.