La conjura contra América, adapta en formato de miniserie la novela homónima del escritor estadounidense Philip Roth. A cargo del productor y director David Simon, esta nueva producción de HBO hace incidencia en los antecedentes históricos de los problemas sociales en Estados Unidos.
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Historia alternativa

Tanto miniserie como novela son una ucronía; es decir, plantean un tiempo y unos hechos históricos alternativos a los conocidos. A través de los ojos de una familia judía de clase trabajadora de Newark, New Jersey, se muestra la coyuntura política de Estados Unidos durante la década del cuarenta.
Vemos el ascenso político del aviador Charles Lindbergh, candidato del Partido Republicano, quien gana las elecciones presidenciales de 1940, después de una campaña populista, que incluía entre otras cosas, la promesa de mantener la neutralidad estadounidense en la Segunda Guerra Mundial y restablecer el orden interno, priorizando los valores nacionales. Sin embargo, este nacionalismo aparentemente inocuo se transforma en medidas represivas, que aproximan a Estados Unidos con la Alemania Nazi y los regímenes fascistas europeos.
Vista al presente
Los ecos al presente político de Estados Unidos son evidentes. Los populismos existen en cualquier época y lugar, se sustentan en el descontento social a causa de la ineficiencia gubernamental, bajo su aspecto mesiánico logran convocar a una mayoría que se mueve por impulsos elementales, antes que por la razón.
El aislamiento en momentos de crisis internacional, emparenta a este Lindbergh ficticio con el actual y real Donald Trump, como también lo hacen las medidas represivas hacia determinados grupos sociales. Si bien la novela de Roth (publicada en 2004) era mucho más genérica en las referencias a gobiernos absolutistas, la miniserie se muestra en varios pasajes como reflejo de la actualidad, asumiendo el riesgo de perder vigencia en futuros visionados.
Narrativa y personajes

David Simon domina la narrativa con solvencia, alternando las grandes decisiones y gestos políticos con la intimidad de la vida sencilla de la familia protagonista.
Cada personaje es consciente de la relevancia de sus acciones en el desarrollo de la historia y acepta esta responsabilidad, a veces con excesiva solemnidad. Como el rabino que interpreta John Turturro, guía espiritual de su comunidad pero también hombre calculador en la búsqueda de su propio beneficio. O la pareja de esposos, Herman y Bess (interpretados por Morgan Spector y Zoe Kazan, respectivamente), quienes pasan de la preocupación a la evasión cuando sienten la aplicación de las políticas de segregación tocando a su puerta. Su miedo inicial, se torna en motivación para reaccionar aún a costa de sus vidas.
En cambio, las figuras políticas – las históricas, las ficticias y las ficcionadas – aparecen retratadas a distancia y con mesura, construidos a partir del subtexto y la conspiración. Salvo el Lindbergh que encarna Ben Cole, que en sus limitadas apariciones muestra una fachada torpe para un discurso incendiario.
Mensaje de alerta
La conjura contra América, es un llamado de alerta para una sociedad contradictoria y en constante riesgo de conflicto interno. Aunque en el mundo real Roosevelt haya liderado a Estados Unidos hacia la guerra y con ello a una política expansionista, no han desparecido ni el autoritarismo ni la segregación. Los caudillos, reales y ficticios, se mantienen expectantes para tomar el poder.
Ficha técnica
Año: 2020
Dirección: David Simon, Minkie Spiro, Thomas Schlamme
Elenco: Zoe Kazan, Morgan Spector, John Turturro, Winona Ryder, Anthony Boyle, Michael Kostroff, David Krumholtz, Azhy Robertson, Caleb Malis, Jacob Laval